En este artículo exploraremos cómo era la realidad de las empresas industriales antes de la llegada de la digitalización.
Procesos manuales, datos incompletos y decisiones tomadas a ciegas formaban parte del día a día en muchas plantas. La dependencia de planillas en papel, controles de inventario poco confiables y registros aislados generaban pérdidas económicas y falta de competitividad.
A través de este recorrido, veremos cómo herramientas como SCADA, MES y plataformas IIoT transformaron esa realidad, permitiendo a las organizaciones evolucionar hacia operaciones más eficientes, transparentes y estratégicas. Esta evolución no solo marcó un salto tecnológico, sino también un cambio cultural en la forma en que se conciben los datos: de ser un obstáculo a convertirse en un activo clave para el crecimiento.
Los registros manuales en planillas eran lentos, propensos a errores y casi imposibles de auditar. Digitalizar elimina la pérdida de información y permite acceder a los datos en tiempo real.
Antes, el control de inventario dependía de anotaciones aisladas. Esto generaba faltantes o exceso de stock que afectaba directamente la rentabilidad. Con sistemas integrados, la producción y el inventario se actualizan en simultáneo.
En el pasado, los reportes llegaban tarde: la producción de la semana pasada se analizaba hoy. Eso limitaba la capacidad de reacción. Hoy, los dashboards en tiempo real permiten anticiparse a problemas y mejorar la eficiencia.